El Castillo de Belmonte fue levantado sobre una edificación anterior, de 1324, por Juan Pacheco, Marqués de Villena, entre 1456 y 1470. Estilo gótico-mudéjar-plateresco y gótico-arábigo.
El exterior de forma pentagonal, se une con las murallas que bajan hacia la población; tiene en el vértice la puerta al exterior, de portada gótica y balaustres laterales, y aproximadamente en el otro extremo del recinto otra puerta, o puerta falsa, también con balaustres, que relaciona el castillo con el pueblo.
El recinto interior es el castillo propiamente dicho, de forma triangular, formado por tres cuerpos rectangulares adosados por los vértices, dejando un espacio triangular interior, con dos cuerpos edificados y el tercero con la torre del homenaje; cada vértice está reforzado con una torre (seis), de forma circular.
El interior del recinto, igual que las fachadas interiores, conserva en habitaciones, galerías, capilla, arcos... obras originales y obras reformadas en el siglo XIX en estilo neogótico.
Belmonte conserva además de un impresionante recinto defensivo compuesto por el castillo, por murallas y puertas.